El libro “Mcdonalización de la sociedad” del sociólogo estadounidense George Ritzer (1996) muestra que a pesar del aparente aumento del pluralismo en los medios de comunicación, asistimos a una estandarización de los contenidos periodísticos, una especie de “mcdonalización” de las noticias mostradas por los medios convencionales. Las características que según Ritzer muestran los restaurantes McDonald’s son:
– En primer lugar, la eficacia. El sistema de los McDonald’s garantiza los mejores medios disponibles, en apariencia al menos, para satisfacer nuestro apetito de la forma más rápida y eficaz posible.
– En segundo lugar, McDonald’s se centra en ofrecernos un servicio en el que se nos da “más por menos”, o lo máximo posible por la menor cantidad de dinero. Se trata, según Ritzer, de asimilar cantidad con calidad: mucha comida equivale a muy buena comida. Además, ahondando también en su eficacia, McDonald’s garantiza que esta enorme cantidad de alimentos llega a nosotros en el menor tiempo posible, tanto en lo que se refiere a la recepción de los mismos como al consumo. Los restaurantes de comida rápida no lo son únicamente por la velocidad del servicio, sino también porque los productos adquiridos son de rápido consumo. McDonald’s es un símbolo de la cultura de la velocidad.
– En tercer lugar, McDonald’s nos ofrece aquello que es previsible, es decir, los alimentos consumidos son siempre los mismos, de sabor y cantidades idénticas, sin que importe lo más mínimo el lugar o el momento del consumo. El modelo McDonald’s reduce (o elimina) la incertidumbre.
– Por último, McDonald’s ejerce un férreo control sobre los individuos que forman parte de su mundo mcdonalizado, se trate de operarios o de clientes, y ese control se efectúa partiendo de la tecnología: la organización del espacio en función de la necesidad de que los clientes consuman lo antes posible y se marchen, la utilización de máquinas que garanticen que el servicio y el producto sean siempre los mismos, el adoctrinamiento de los trabajadores para que efectúen sus rutinas productivas siempre de la misma manera.
Estas pautas de funcionamiento de los McDonald’s (eficacia, cantidad y velocidad) como sinónimos de calidad (ofrecimiento de productos previsibles y control) confunden la buena información con la abundancia de la misma. Este patrón de consumo y calidad se corresponden casi exactamente con unos criterios de generación de informaciones en los que prima la velocidad de transmisión de datos sobre su valor cualitativo, y donde las fuentes de las informaciones y agencias estandarizan cada vez en mayor medida el producto informativo.
En base a esta teoría de la “mcdonalización de la sociedad”, el producto informativo derivado es una información escasa o nulamente elaborada por medios de comunicación que no disponen ni de la infraestructura necesaria ni del incentivo económico para desarrollar informaciones propias y diferenciadas de la competencia, y que se dedican a replicar las noticias en base a criterios periodísticos de selección de los hechos relevantes que homogeneizan la actualidad para el gran público.
Ritzer, G. (1996). La McDonalización de la sociedad. Un análisis de la racionalización en la vida cotidiana. Barcelona: Ariel.